Un ciclo se ha cerrado en la vida de José Aníbal Meza Espinoza. Se jubiló luego de 40 años de trabajar como auxiliar de servicio en la Cámara de Comercio de Manta (CCM). Despedirse de sus compañeros lo llenó de nostalgia, asegurando que los extrañará.
José llegó a la institución a los 23 años (actualmente tiene 63). Recuerda que se vinculó cuando Galo Bustamante Tello era presidente de la CCM. Durante los primeros días de su empleo, José hacía la tarea encomendada y al terminar se acercaba a la ventana a mirar el panorama en la Avenida 2. Esa rutina se repetía porque aún no tenía amigos en la CCM.
“Era introvertido, pero poco a poco me fui familiarizando con los integrantes de la Cámara de Comercio y mi primera amiga fue Ana Barcia, la secretaria de aquel entonces”.
José es oriundo de Visquije, Santa Ana. A los 10 años su familia, al mando de sus padres José Gregorio Meza y Rosa Espinoza, se vino a Manta a buscar mejores días. Aquí se radicó en la parroquia Eloy Alfaro. Su primer empleo fue a los 18 años en La Carmelita y luego pasó a la institución a la cual la sintió como su segundo hogar.
“Nunca pensé durar tanto. Me gustó el trabajo; vinieron otros presidentes y me ratificaron”.
José se casó a los 30 años con María Celia Vera. Tiene dos hijos: José Aristarco (33) y María José Meza Vera (29).
Su horario comenzaba temprano. Le gustaba llegar a las 07:00 para hacer la limpieza antes que arribara el personal. Dentro de su oficio también se encargaba de los depósitos, dejar encomiendas, cartas y a retirar cheques.
En mayo pasado por los 96 años de la CCM, recibió una placa de reconocimiento por el esfuerzo entregado durante cuatro décadas, demostrando su capacidad y lealtad para el engrandecimiento de la institución.
Antes de despedirse, para dar paso a la nueva fase de su vida como jubilado, participó en las Novenas en diciembre y compartió junto a la familia de la institución y directivos.
La Cámara de Comercio de Manta se pone de pie para aplaudir y agradecer a José Meza toda su entrega.
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